La constante búsqueda de estándares de alto nivel para la formación de profesionales de excelencia, capaces de desenvolverse en un mundo global y cada vez más competitivo, derivó en la creación de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Frontera (UFRO).
Aseguramiento de calidad, promoción de una identidad común, homogeneización del currículo y fortalecimiento del desarrollo profesional, son los cuatro grandes ejes que marcan la reciente creación de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Frontera.
Con una puesta en marcha reciente, y al alero de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad de La Frontera, esta Escuela de pregrado agrupa a las carreras de Ingeniería Civil Industrial en sus tres menciones (Informática, Mecánica y Bioprocesos), estando a cargo de su dirección la Dra. Marjorie Morales, académica adscrita al Departamento de Ingeniería Industrial y de Sistemas.
“Asumí la dirección de esta Escuela motivada por el desafío inicial de poder crear una unidad que no existía, y que se gesta con la intención de velar por la calidad de la formación de los Ingenieros Industriales, de mejorar el tema de su identidad, y que las tres carreras funcionen de manera más homogénea”, señaló la Dra. Marjorie Morales, agregando que en sus distintas directrices, esta Escuela se alinea a lo que actualmente la Universidad está potenciando, y que son los sellos de diseño, innovación y responsabilidad social.
Al día de hoy, el equipo que tiene a cargo este trabajo está integrado por las tres direcciones de carreras y dos profesionales Ingenieras, responsables de la vinculación con el medio y del aseguramiento de la calidad.
Por su parte, el decano Dr. Rodrigo Navia, cataloga como un hito para la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la UFRO, la creación y funcionamiento de la Escuela de Ingeniería Industrial. “Como Facultad, nos trazamos un objetivo de crear esta Escuela para darle la relevancia que corresponde al pregrado en temas como el aseguramiento de la calidad y de vinculación con el medio en el área de prácticas, porque lo que finalmente nos interesa es mejorar en calidad lo que estamos haciendo en formación en ingeniería, y lo que viene se proyecta también en ese sentido”.
A lo anterior, agrega que “el proyecto MacroFacultad de Ingeniería 2030 nos obliga, de alguna manera, a remirar nuestra estrategia de formación de las Ingenierías Civiles, por lo tanto, toda esta orgánica nueva que estamos armando respecto de la Escuela de Ingeniería Industrial, más la innovación curricular, va de la mano”.
Entusiasmado se muestra igualmente Bastián Díaz, estudiante de último año de Ingeniería Civil Industrial mención Informática. “Me parece muy bueno la creación de esta nueva estructura, que es la Escuela de Ingeniería Industrial, porque el hecho de tener tres Ingenierías Industriales con distintas menciones y coordinaciones, hace que en ocasiones se tomen decisiones que apuntan hacia lados distintos, pero que todavía tienen mucho en común, entonces esta Escuela nos brindará un estándar y marco común para actuar en conjunto”.
