Foto: Red en Artes y Humanidades CUECH

CUECH y MinCap desarrollaron seminario sobre el rol de la cultura en los cuidados y el bienestar social

El seminario “Cultura y Cuidados”, realizado en la Biblioteca Nacional, reunió a autoridades, académicos y representantes del sector público para reflexionar sobre cómo la participación cultural puede fortalecer el bienestar, la equidad y las políticas de cuidado en Chile.

La relación entre los cuidados y la participación cultural fue el eje central del seminario “Cultura y Cuidados”, realizado este martes en la Biblioteca Nacional. La actividad contó con la participación de la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Carolina Arredondo; la ministra (s) de Desarrollo Social y Familia, Paula Poblete; la directora ejecutiva del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), Alejandra Contreras; y la directora de la Biblioteca Nacional, Soledad Abarca.

El encuentro se desarrolló en la Sala América de la Biblioteca Nacional y fue transmitido en línea —con interpretación en lengua de señas— con el objetivo de fomentar la participación desde distintos territorios del país.

Durante la inauguración, la ministra Carolina Arredondo destacó que “este seminario es una oportunidad para hablar de cómo la cultura es un bien público que se relaciona con diversas dimensiones de nuestra vida social y, en concreto, cómo puede ser un recurso fundamental para los cuidados y el bienestar social”.

Agregó además que “entendemos a la cultura no solo como un canal de expresión y manifestación de nuestra identidad, sino también como una fuente de crecimiento económico, cohesión social y desarrollo sostenible para todos y todas”.

La actividad fue el resultado del trabajo colaborativo entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (CUECH), instituciones que mantienen una alianza para promover la cultura, las artes y las humanidades como un bien público. En este contexto, las universidades estatales han sido aliadas clave en la difusión y reflexión sobre la participación cultural.

El seminario se enmarca, además, en las acciones de difusión de la Encuesta Nacional de Participación Cultural y Comportamiento Lector desarrollada por el Ministerio y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Este instrumento se ha dado a conocer a través de un ciclo de conversatorios itinerantes que ya ha recorrido tres universidades estatales —la Universidad de La Serena, la UMCE y la Universidad de Valparaíso—, y que continuará próximamente en la Universidad de O’Higgins, la Universidad de Atacama, la Universidad del Bío-Bío, la Universidad de Chile y la Universidad de Playa Ancha.

La lectura, la escritura y la oralidad son derechos ciudadanos, y para que puedan ejercerse de manera amplia y democrática, es necesario que la cultura y la lectura formen parte de las trayectorias vitales de las personas. En este sentido, las universidades estatales cumplen un rol fundamental, tanto en la formación de sus estudiantes como en su vinculación con las comunidades de sus territorios, actuando como vectores que fortalecen la participación cultural de la ciudadanía.

Al respecto, la directora del CUECH, Alejandra Contreras, señaló que “este seminario refleja la alianza entre el Ministerio de las Culturas y el CUECH. Abordar los cuidados desde la cultura es reconocer su valor social y situarlo en el centro de nuestras políticas, especialmente desde el rol público de las universidades del Estado”.

Por su parte, la ministra (s) de Desarrollo Social y Familia, Paula Poblete, afirmó que “hablar de cuidados es hablar de la base que sostiene nuestra vida en común, es reconocer la labor cotidiana, muchas veces invisible, que permite que las personas puedan estudiar, trabajar, participar de la vida comunitaria y también disfrutar del tiempo libre”.

Durante su intervención, agregó que, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, “las mujeres destinan diariamente casi cinco horas a actividades de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, dos horas más que los hombres”. Esta diferencia, señaló, “se traduce en menos tiempo disponible para otras actividades, lo que no solo tiene consecuencias importantes en el empleo y los ingresos, sino también en algo igualmente esencial: el derecho a gozar del ocio y a participar en la vida cultural y comunitaria”.

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