En entrevista con el diario La Tercera, el nuevo jefe de Educación Superior, Juan José Ugarte, anunció una serie de medidas urgentes de implementar. Entre ellas, la creación dos nuevas entidades de educación superior. Una de ellas, agrupará a las 177 instituciones de educación, mientras que la otra reúne a las 60 universidades existentes, 25 tradicionales y 35 privadas.
Estas nuevas agrupaciones responden a los lineamientos que anteriormente la OECD ya había dado en materia de educación superior, y se apoyan en la serie de propuestas que han hecho expertos nacionales y extranjeros. “En Chile, conviven universidades creadas antes de la reforma de los 80 (las tradicionales) y las surgidas después de esa fecha, también llamadas privadas. El Consejo de Rectores (Cruch) integra a las tradicionales y siempre se ha negado a incorporar en su filas a las privadas.
A juicio de Ugarte, el Consejo de Rectores no debiera desaparecer. Él insiste que tendrá un papel central para discutir políticas de educación superior, acerca de calidad, el acceso único de ingreso a la universidad (PSU).
Hasta el momento, el gobierno define los términos de referencia para llamar a licitación de una auditoría internacional de la PSU. La idea es tener los resultados en 2011 y, en función de éstos, mejorar el sistema.
Concursabilidad como asignación de recursos para Universidades Acreditadas
El sistema de asignación de recursos, a través de convenios de desempeños o concursos, viene para instalarse. Atrás queda la asignación de recursos por criterio de tradición y origen. Esta es otra de las propuestas sugeridas por la OECD y que al parecer, se implementarán en la nueva administración.
La idea del gobierno es no seguir aumentando los fondos de asignación directa (entre 2008 y 2009 se incrementaron en 10%) y transparentar la forma en que se entregan.
Hoy sólo el 5% se asigna según el desempeño en investigación. El 95% restante se reparte por un criterio histórico: basado en los recursos que obtuvieron en 1981, algo que no tiene ninguna objetividad, según la Ocde. “Esperamos que las instituciones produzcan bienes públicos a cambio de esos recursos”, afirmó Ugarte a La Tercera. El cambio en esta vía de asignación requerirá un nueva normativa.
A cambio, esperan abrir los fondos a todas las instituciones para que compitan.”Es una agenda que habrá que consensuar con la mesa de trabajo, pero la idea es que el financiamiento del Estado esté vinculado a convenios de desempeño, en los que cada institución tenga indicadores de bienes públicos en función de un proyecto país”, señaló Ugarte.
Sistema único de créditos y becas
Gran variedad de becas (11) disponibles para estudiantes, conforme a la Institución donde realizan sus programas académicos. Asimismo, existen dos instrumentos de créditos diferenciados. El crédito con fondo solidario disponible para todas las instituciones tradicionales, con bajo interés y; el crédito con aval del Estado, disponible para todos los estudiantes que asistan a una universidad acreditada, pero con intereses más altos.
Si bien Ugarte aclara que se convocará a una mesa de trabajo que analice el tema, la idea es avanzar hacia una reingeniería y lograr un sistema único de créditos y becas, donde los beneficios los reciban los alumnos, sin importar el lugar donde estudien. En otras palabras, un subsidio portable.
“La idea es tener un sistema que, a través de becas para los alumnos de pocos recursos o en carreras de alta rentabilidad social; y créditos para los estudiantes de clase media o en carreras de alta rentabilidad privada, apoye a todos. La propuesta del Presidente es que todo joven con talento y que esté dispuesto a poner esfuerzo en ello, pueda estudiar”, dice Ugarte.
Becas Chile para estudiar en el país
Los recursos que el Estado invierten favorecen particularmente la elección de universidades extranjeras. Lo preocupante, según advierte Ugarte, es que el 30% de los programas extranjeros son equivalentes o inferiores a los nacionales de excelencia.
Si se favorecen los programas nacionales, en la práctica podría subir el número de becas, ya que los programas locales son más baratos que los internacionales. Pero como el cambio sería a partir del próximo año, aún no hay claridad sobre los montos.
Más información sobre la acreditación de las universidades
“Hoy la acreditación es un instrumento de marketing, donde se publicita si el plantel la recibió o no, más que los años de la certificación”, dice. En la práctica, un alumno de un plantel acreditado por dos años podría -por ejemplo- quedarse en la incertidumbre en la mitad de su carrera, respecto de si podrá seguir accediendo a crédito con aval del Estado, en caso que el plantel no renueve la certificación.
“Hay que avanzar en el sistema respecto de la calidad de la información que llega al postulante y sus familias”, aclara Ugarte.
