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Foto: UBB

Académica UBB publica libro que cuestiona la ética y las relaciones de poder en la ciencia actual

La obra de la Dra. Marcela Vidal Maldonado abre un debate crítico sobre las presiones del sistema científico contemporáneo, las métricas de productividad y sus efectos en la integridad, la libertad académica y la confianza en la investigación.

Una reflexión profunda, crítica y necesaria sobre las tensiones éticas que hoy atraviesan la producción del conocimiento científico propone el libro “Publicar sin ética. La estrategia silenciosa del poder académico”, de la académica del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad del Bío-Bío, Dra. Marcela Vidal Maldonado, obra que pone en el centro del debate las presiones estructurales del sistema científico y sus efectos en la integridad, la libertad y la identidad de quienes investigan.

El texto, dirigido especialmente a investigadoras e investigadores jóvenes, invita a recorrer “los rincones menos cómodos de la ciencia”, aquellos espacios donde la vocación por comprender y aportar conocimiento se ve tensionada por la competencia, las métricas de productividad, las jerarquías académicas y la necesidad de sobrevivir en un sistema que, progresivamente, ha privilegiado la cantidad de publicaciones por sobre su calidad y sentido social, según describe su autora.

La Dra. Marcela Vidal plantea que la ciencia, lejos de desarrollarse en un vacío neutral, se practica en un entramado de relaciones políticas, económicas y sociales que condicionan tanto las trayectorias académicas como las decisiones cotidianas que se toman al investigar. “La ciencia, por más sublime que la soñemos, se practica dentro de un sistema atravesado por tensiones. Por eso, este libro también es una reflexión sobre la estrategia de hacer ciencia, de publicar ciencia y de sostenerse en ella sin perder la dignidad”, señala.

Sistema científico y confianza

La obra destaca el valor de la confianza como pilar fundamental del quehacer científico. En esa línea, la Dra. Vidal advierte que el sistema científico se sostiene sobre la confianza en la honestidad de quienes publican, en el rigor de los datos y en la contribución real de los artículos al conocimiento colectivo. Cuando esa ética compartida se quiebra —a través del plagio, la manipulación de datos, el fraude o la publicación sin revisión rigurosa—, el daño no es individual, sino sistémico, afectando la credibilidad de la ciencia como bien público y su legitimidad social.

En este contexto, la Dra. Vidal comenta que el aumento sostenido de las retractaciones de artículos científicos a nivel global es un fenómeno que evidencia una crisis profunda en los mecanismos de evaluación y validación del conocimiento. Mientras a comienzos de la década de 2010 se registraban poco más de un centenar de retractaciones anuales, hoy estas cifras se han multiplicado, principalmente por casos de plagio, sospecha de fraude o fraude comprobado, en diversas áreas del conocimiento. “La pérdida de confianza no solo afecta a las revistas o a los investigadores involucrados, sino a la ciencia como sistema”, advierte la académica.

La obra dedica especial atención a las paradojas que enfrentan las y los investigadores jóvenes desde sus primeras etapas formativas. Por una parte, la vocación: el deseo de comprender, aportar y transformar la realidad; por otra, las exigencias de productividad, los índices de impacto, las métricas cuantitativas y los incentivos perversos que empujan a priorizar la publicación rápida por sobre la reflexión y la calidad. “A las personas jóvenes se les dice que tienen que publicar para acceder a becas, pasantías, grados académicos o estabilidad laboral. Esa presión constante genera miedo y desorientación”, explica la autora.

La Dra. Vidal también visibiliza situaciones que suelen permanecer silenciadas en la formación científica, como el plagio de publicaciones o tesis, presiones para maquillar datos o participar en prácticas cuestionables. Estas vivencias, señala, generan altos niveles de ansiedad y frustración, especialmente en quienes no cuentan con redes de apoyo o mentorías éticamente comprometidas.

El libro también analiza críticamente el fenómeno de las revistas depredadoras, que se aprovechan de este contexto de presión estructural ofreciendo procesos de publicación rápidos, sin revisión real, apelando al reconocimiento inmediato y al ego académico. Estas prácticas, advierte la autora, contribuyen a una fragmentación del conocimiento científico y a la normalización de estrategias que erosionan el pensamiento crítico, afectando especialmente a quienes se inician en la investigación y desconocen los riesgos asociados.

Desde una mirada histórica y contemporánea, la obra sitúa los dilemas éticos actuales en un escenario marcado por el acelerado avance de tecnologías como la biotecnología, la edición genética, la inteligencia artificial y la digitalización de la vida cotidiana, así como por desafíos globales como la crisis climática. En este contexto, la ética científica aparece no como una traba al progreso, sino como una guía indispensable para asegurar que el conocimiento se produzca con responsabilidad y visión de largo plazo.

La Dra. Vidal Maldonado destaca el surgimiento de propuestas y movimientos internacionales que buscan transformar los actuales modelos de evaluación de la investigación, como la Coalición para el Avance de la Evaluación de la Investigación (CoARA) y la llamada ciencia lenta, que promueve proyectos de largo aliento, menor presión por publicar y una valoración más integral del impacto del conocimiento. Estas iniciativas cuestionan el uso hegemónico de indicadores como el índice H o los rankings de revistas, que, según la autora, limitan la libertad académica y empobrecen la diversidad del pensamiento científico.

“Publicar sin ética. La estrategia silenciosa del poder académico” no pretende ofrecer respuestas únicas ni emitir juicios morales simplistas —asegura la Dra. Marcela Vidal—; su propósito es “acompañar, generar conciencia y abrir conversaciones pendientes sobre el tipo de ciencia que se está construyendo, las comunidades académicas a las que se desea pertenecer y los valores que orientan la práctica investigativa. Investigar no es solo generar datos, también es posicionarte frente al mundo y decidir qué valores encarnas al hacer ciencia”, enfatiza la autora.

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