Frente al contexto sanitario que se vivió en todo el mundo debido al COVID-19, la Asociación de Universidades de la Cuenca Pacífico (APRU), de la cual la Casa de Bello es una de las fundadoras, lanzó el pilotaje del Programa de Intercambio virtual de esta red. La iniciativa este semestre tendrá su segunda versión y busca ser una opción permanente de movilidad internacional para los alumnos.
Con el objetivo de democratizar la experiencia internacional en la Universidad de Chile, y debido a que la movilidad presencial era prácticamente imposible durante la pandemia, el Programa de Movilidad Estudiantil (PME) y el Departamento de Pregrado abrieron una convocatoria durante el segundo semestre del año pasado para que estudiantes pudiesen realizar intercambios virtuales, en inglés y de forma gratuita, con las universidades que son parte de la Asociación de Universidades de la Cuenca Pacífico (APRU).
Debido al éxito que tuvo este pilotaje, en el que participaron 73 estudiantes de la Casa de Bello, es que se ya se cerró la segunda convocatoria de este programa para el primer semestre de este año. En esta oportunidad, los alumnos pudieron optar a universidades como la University of Sydney (Australia), Nanjing University (China), University of Science and Technology of China (China), University of San Francisco de Quito (Ecuador) y Yonsei University (Corea del Sur).
Durante el 2020, la Universidad de Chile también recibió a alumnos de APRU. Para ellos creó más de 10 cursos en inglés en diversas Facultades, en los que participaron 19 estudiantes de China, Japón y Ecuador. La coordinadora de Movilidad Saliente del Programa de Movilidad Estudiantil, Yohad Zacarías, indicó que a futuro esperan que este programa piloto sea parte de la oferta permanente de movilidad estudiantil de la Universidad.
“Hemos visto que, de alguna forma, este intercambio virtual y en inglés ha democratizado lo que es el intercambio presencial. Este último es un poco más selectivo, porque el estudiante tiene que reunir el dinero y solamente algunos pueden realizarlo debido al costo que significa. Entonces, eso nos lleva a pensar que queremos dejarlo de forma paralela. Además, nos importaba mucho que los participantes pudieran practicar el inglés en sus 4 habilidades: leer, escribir, hablar y escuchar”, destacó.
Otras culturas y desafíos: la experiencia de las estudiantes
Valentina Ramírez, estudiante de Periodismo, cuenta que en agosto recibió un mail de esos que “nunca abre” que le llamó la atención. El Programa de Movilidad estudiantil estaba ofreciendo intercambios virtuales y, después de ver la oferta, decidió tomar el curso “Introduction to Media” de la Universidad de Corea.
Explica que todo fue muy expedito, tanto desde la Universidad de Chile como de la institución coreana. “Yo elegí un ramo de 3 créditos, así que es como tomar cualquier CFG, pero en inglés. Los profesores siempre nos decían que participáramos, ya que la mayoría eran de APRU y sabían que el idioma no era nuestra primera lengua, pero con el pasar de las clases ya me podía desenvolver mucho mejor y hablar minutos con el profesor”.
Por otro lado, la estudiante de Ingeniería Comercial, Josefina Pohl, también se enteró de este programa vía mail, pero eligió el curso “Sustainable Development Across the Globe”, de The Chinese University of Hong Kong. La alumna señala que lo que la ayudó a decidirse por este programa fue la posibilidad de “tener una experiencia no solamente académica, sino que también cultural”.
Josefina señala que si le hubiesen preguntado hace un año si tendría esta experiencia, seguramente habría respondido que no. “El primer semestre me hizo darme cuenta que ciertos límites ya no existían, que era totalmente compatible poder tener una experiencia en otro lugar del mundo de manera virtual. Creo que el programa APRU, al final, lo que hizo fue darme la mejor evidencia de esta revolución tecnológica que tuvimos el 2020. Fue una muy buena alternativa para buscar otros caminos viables, para aprender nuevas materias, perfeccionar mi idioma y relacionarme con otras culturas”, valoró.
Finalmente, ambas alumnas señalaron que la carga académica fue la adecuada y que pudieron perfeccionar un segundo idioma. “Yo recomendaría la experiencia porque es una forma de entrar en contacto con otras culturas de una forma en la que quizás no hubiese podido. Cualquier persona que alguna vez tuvo la intención de hacer un intercambio debería entrar a estos cursos, tomar alguno y desafiarse a sí mismo”, concluyó Valentina.
Arturo Baeza
Prensa UChile
