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El proyecto busca fortalecer la soberanía alimentaria y la identidad cultural a través de la implementación de chacras huertos como espacios para el aprendizaje intercultural y de alimentación saludable, donde se cultivarán plantas medicinales, hortalizas y frutales propios de esa zona del altiplano andino.

13.04.2015. Temuco. Una tierra mágica es el altiplano andino de Perú, en cuyas alturas se abriga el pueblo Quechua, donde el cariño y respeto expresan el sentir de una cultura marcada por la sabiduría, valores y el conocimiento ancestral, y también por el permanente esfuerzo de su gente por abrir espacios que permitan mantener su identidad y compartir sus vivencias.

Precisamente esos hermosos parajes son el escenario de un pionero proyecto de cooperación técnica internacional, que comenzó a ejecutar la Fundación de Desarrollo Campesino (Fundecam) junto a la Universidad de La Frontera a través de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, y que tiene como beneficiarias a familias Quechua de la región de Cusco, Perú. A estas instituciones se suma la colaboración del Centro de Promoción de las Sabidurías Interculturales, CEPROSI.

Se trata de un proyecto que comenzó sus actividades en marzo y se extenderá hasta diciembre de 2015, financiado con el apoyo del Fondo Chile contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa conjunta del Gobierno de Chile a través de la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Mediante esta iniciativa, las instituciones ejecutoras buscan fortalecer la soberanía alimentaria e identidad cultural a través de la implementación en el altiplano andino de espacios interculturales denominados chacras huertos, donde se cultivarán plantas medicinales, hortalizas, frutales, entre otros.

Para ello trabajará con familias de Queromarca, comunidad rural ubicada al sur de Cusco, en la provincia de Canchis. La idea es capacitar a jóvenes del lugar en manejo de chacras con alta biodiversidad andina a través del intercambio con los "yachaq" o sabios, junto a expertos y técnicos. La implementación de estos huertos también fortalecerá el cultivo y conservación de semillas, así como los valores y saberes ancestrales de este pueblo.

Trabajo conjunto

Como parte de las acciones de este proyecto, parte del equipo ejecutor se trasladó hasta la región de Cusco para coordinar en terreno las diferentes actividades que tendrán lugar durante el año, especialmente con familias de la comunidad de Queromarca.

Según explicó el coordinador del proyecto e integrante de Fundecam, Eduardo Pino, el espíritu de la propuesta y de trabajar con jóvenes "tiene que ver con aprender a escuchar y a partir de esa escucha recuperar saberes, que es parte de las competencias y experiencias que tiene la UFRO y la Fundación". Sobre esta última, destacó el trabajo que durante más de 10 años han venido realizando con la ONG peruana CEPROSI, que ha colaborado estrechamente con ellos en el ámbito de la educación intercultural, específicamente en la Escuela Trañi Trañi en La Araucanía.

Por su parte, el académico del Departamento de Ciencias Forestales de la UFRO, Alejandro Herrera, señaló que esta iniciativa es una oportunidad para trabajar con pueblos hermanos y también para aprender con humildad. "Nuestra idea es que lo que podamos hacer en conjunto quede en el tiempo y ayude a construir una mejor situación para quienes viven en esos territorios", expresó, agregando que también posibilita la articulación de saberes.

Perspectiva que comparte la directora de CEPROSI, Elena Pardo. "Queremos dinamizar a las familias y a los sabios, con quienes nos vamos a encargar de la compra de las semillas y de la siembra en las distintas chacras, para luego recuperar las formas tradicionales de trabajo colectivo, de tal manera que este proyecto, y con el compromiso de las tres instituciones, tenga el éxito que esperamos".

El camino de las semillas

El pueblo Quechua es una cultura criadora de biodiversidad y el altiplano uno de los centros de origen de la agricultura, donde la riqueza y variedad de semillas de maíz, quinoa, papa, habas, frijoles, entre muchas otras, son parte importante en la alimentación y salud de la gente. Por ello es relevante fortalecer el cultivo y conservación de ellas, tarea que se potenciará con el conocimiento de los sabios y el espíritu inquieto de los más jóvenes, especialmente de quienes integran la comunidad de la Institución Educativa 56042 de Quermarca.

"Para nosotros la semilla es el tesoro más preciado, porque en época de crisis climática o frente a algún otro problema podríamos alimentarnos de ellas. Además, somos los encargados de preservar, guardar, cuidar y de heredarlas para las generaciones que vienen", destacó Elena Pardo, agregando que iniciativas de este tipo apuntan a incrementar y recuperar la biodiversidad de plantas y de la cultura que está detrás.

Para el sabio Pablo Pumachoque, presidente de la Asociación Amaru Runa de Queromarca y quien encabeza a los yachaq de la comunidad, las semillas juegan un rol fundamental para el pueblo Quechua. "En la escuela a los niños también les enseñamos las variedades de maíces y en qué temporada se siembran, y a ellos les gusta conocer", señaló, agregando que su deseo es que ese conocimiento, que por generaciones se ha ido transmitiendo, pueda compartirlo con más personas.

Educar en la diversidad

La directora de la institución educativa, Silva Llalla, manifestó su satisfacción por el proyecto que también trabajará con el establecimiento, ya que será allí donde el grupo de sabios de Queromarca implementará una de las 23 chacras que se tienen programadas.

"Este proyecto se va a desarrollar entre dos países hermanos y va a fortalecer a los niños y niñas en su identidad cultural, para que valoren sus costumbres. Asimismo, con este intercambio de experiencias los docentes vamos a fortificar nuestras metodologías de aprendizaje", expresó la directora.

Para dinamizar el aprendizaje, el proyecto contempla entre sus actividades un encuentro entre sabios y jóvenes, de manera que esta sabiduría milenaria, que se transmite con la palabra y se aprende con el corazón, continúe viva.

INTERCAMBIO

Otra de las acciones principales tendrá lugar en septiembre con la pasantía que en una primera instancia está contemplada para dos estudiantes de la UFRO, de las carreras de Agronomía e Ingeniería en Recursos Naturales. "Los jóvenes compartirán con las familias de Queromarca y para ellos será una oportunidad para aprender y una experiencia que contribuirá significativamente a su formación profesional, ya que se integrarán a un contexto distinto al de nuestro país y región", comentó Alejandro Herrera.

Asimismo, señaló que en noviembre se espera la venida de sabios de Queromarca a Chile, para participar de un encuentro sobre flora medicinal Mapuche que tendrá lugar en la UFRO, de manera que se genere un enriquecedor intercambio de saberes entre dos culturas ancestrales.

Así, este proyecto de cooperación internacional no sólo aportará a la implementación de chacras huertos como espacios para el aprendizaje intercultural y de alimentación saludable, sino que abre caminos para transmitir el cariño y respeto con que el pueblo Quechua siembra, y el amor y sabiduría que cosecha con cada ciclo agrícola. Es una oportunidad para sentarse a compartir, conocer y escuchar.

Fuente: Comunicaciones UFRO

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