La Universidad del Bío-Bío tendrá a su cargo el diseño y construcción de la política regional de fomento productivo para el período 2017 – 2022 que orientará el accionar de instituciones públicas y privadas, con miras a disminuir las brechas y potenciar la matriz productiva de la VIII Región, ajustando asimismo los instrumentos de planificación regional.
Diciembre 2016. Chillán. El proyecto que el Gobierno Regional del Biobío adjudicó a la U. del Bío-Bío será desarrollado por un equipo de trabajo encabezado por Francisco Núñez Cerda, del Departamento de Ingeniería Industrial, e integrado además por Javier León Aravena, Director del Centro de Políticas Públicas y Ciudadanía (http://ubiobio.cl/politicaspublicas/), el director de Desarrollo y Transferencia Tecnológica, Cristhian Aguilera Carrasco, y los académicos Andrés Acuña Duarte y César Salazar Espinoza del Departamento de Economía y Finanzas.
Núñez explicó que la iniciativa surge de la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030, cuya elaboración también fue dirigida por la U. del Bío-Bío y que contempla lineamientos y objetivos relacionados con la creación de valor. Entre ellos el lineamiento 2, que señala la necesidad de desarrollar y atraer iniciativas e inversiones con alto potencial de crecimiento y que, mediante prácticas de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, generen bienes y servicios para acceder a nuevos mercados.
El académico indicó que la formulación, ejecución y seguimiento de la Política Regional de Fomento Productivo debe considerar a diversos actores regionales y nacionales. “Especialmente relevante resulta la participación del mundo académico, puesto que somos un territorio prolifero en formación de capital humano, gestor y creador de conocimiento reconocido a nivel nacional e internacional”, precisó.
Francisco Núñez aclaró que la nueva política permitirá a la institucionalidad pública orientar su accionar en este ámbito en torno a los objetivos e iniciativas que se propongan, entregando a las autoridades herramientas para alinear los cursos de acción, la toma de decisiones, el establecimiento de prioridades y la asignación de recursos financieros. El sector privado, por su parte, podrá desarrollar su quehacer sobre la base de reglas claras, concretas y estables, lo que favorecerá a los oferentes y demandantes de productos del área de fomento. Por último, y no menos importante, la política debe considerar y atender las demandas y aspiraciones de la sociedad regional en su conjunto, destacó el director del proyecto.
La formulación y construcción de la Política Regional de Fomento Productivo incluye el diseño de instrumentos de fomento y una cartera de programas estructurales, priorizados y multisectoriales, así como su medición y seguimiento. La metodología de trabajo contemplará un diagnóstico estratégico y la elaboración de la política y las herramientas, además de un plan de seguimiento, todo con un fuerte componente de participación de los actores relevantes.
Fuente: Comunicaciones U. del Bío-Bío
