Así lo indica el análisis realizado por el Centro de Estudios del Consorcio de Universidades del Estado de Chile en relación al Informe sobre Estados Financieros presentado por el ministro Beyer.
Después de la presentación del informe sobre los estados financieros de las instituciones de educación superiorpor el Ministro de Educación Harald Beyer el pasado 02 de agosto, el Consorcio de Universidades del Estado de Chile a través de su Centro de Estudios analizó el documento, considerando comentarios y observaciones al informe del MINEDUC.
Recordemos que en su presentación el ministro Beyer concluye que “El nivel de gasto (en Chile) es parecido al de países desarrollados que tiene niveles de ingreso per cápita tres veces más que el nuestro”. Además, el ministro señaló que el gasto en educación no es proporcional a los resultados: “Si nosotros estamos gastando, tanto las familias como el Estado, del orden de 10 mil dólares, y eso es parecido a lo que gastan otros países que son mucho más ricos que nosotros, tenemos que preocuparnos que esos recursos rindan buenos frutos y lograr que los aranceles sean apropiados y que la investigación produzca los efectos deseados”.
Por su parte, el Centro de Estudios CUECH considera parcial el documento, al comparar universidades con perfiles totalmente diferentes: “La presentación del Ministro presenta a las Universidades del CRUCH como las instituciones que más concentran recursos públicos y privados, a través de sus ingresos operacionales. Sin embargo, no se considera que la misión pública de estas instituciones implica no sólo la formación de profesionales, sino también la investigación y su aporte al desarrollo del país, y, en consecuencia, sus costos operacionales son por definición, mayores a los de las universidades privadas. Si bien, las universidades concentran el 58,4% de los ingresos operacionales del sistema universitario, sus costos alcanzan el 60,7%, dejando un mayor margen de excedentes a las universidades privadas”.
El análisis explicita además los altos grados de eficacia en control y gestión de los recursos de las universidades tradicionales, ya que estas demuestran mayor eficiencia en el gasto, así como también mayor producción científica y de publicaciones ISI y SCIELO.
Además, concluye que la apreciación de Beyer respecto al gasto en educación que se hace en Chile en comparación con países desarrollados no se ajusta a los estándares de la OECD, porque las realidades de estos países son totalmente distintas a las de Chile, donde no existe la planificación ni regulaciones suficientes y donde prima los mecanismos de mercado y el financiamiento eminentemente privado : “Si se considera la metodología aplicada por la OECD, la distribución entre aportes públicos y privados es aún más desequilibrada, pues el financiamiento de la educación superior es soportado en un 14,6% por aportes públicos y un 85,4% por privados.”
Por último, el documento señala las restricciones que tienen las universidades tradicionales, especialmente las estatales para adquirir créditos, perjudicando sus posibilidades de inversión : “El Ministro presenta las 10 universidades que más invierten y entre ellas, sólo aparecen tres universidades del CRUCH. Cabe señalar, que en particular las universidades estatales al interior del CRUCH tienen una restricción legal para endeudarse por más de un período presidencial. Cualquier intento de endeudamiento de largo plazo para inversiones u otros objetivos, debe ser autorizado por una ley de iniciativa exclusiva del gobierno y que además debe contar con quórum calificado. La dificultad de alcanzar esas autorizaciones y la burocracia para materializar esas operaciones dificulta y entorpece la inversión de universidades estatales, por lo que este dato no puede tomarse como un indicador de gestión ni de fortaleza de las instituciones”.
Fuente: Consorcio de Universidades del Estado de Chile. 10 de agosto de 2012.
