Foto: UV

114 participantes de 30 comunas dan vida a la primera Escuela Técnica Ambiental Regional de la UMAS UV

La iniciativa “Raíces Comunes” entregará herramientas prácticas y conocimientos técnicos en sostenibilidad, restauración de ecosistemas y economía circular, impulsando una red territorial de formación ambiental en Valparaíso.

Ciento catorce participantes, provenientes de treinta de las 38 comunas que conforman la región de Valparaíso, forman parte de la Primera Escuela Técnica Regional Ambiental “Raíces comunes”, liderada por la Unidad de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la Universidad de Valparaíso.

La iniciativa es parte del proyecto “Plan de fortalecimiento de capacidades técnicas para el desarrollo sostenible de la Región de Valparaíso”, financiado por el Gobierno Regional a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), y busca inspirar y fortalecer las capacidades técnicas ambientales de las comunidades, entregándoles herramientas que les permitan asumir un rol activo en la mejora de su calidad de vida y en el cuidado de sus territorios. A través de la transmisión de conocimientos prácticos, el uso de herramientas tecnológicas y el desarrollo de habilidades comunicativas, se desarrollarán las competencias necesarias para impulsar la toma de conciencia sobre la protección y conservación del entorno.

En concreto, se trata de un curso de setenta horas pedagógicas, divididas en cinco módulos, cada uno de los cuales comprende dos sesiones virtuales y una presencial. Los módulos son: huertas agroecológicas, restauración de ecosistemas, conservación de suelos y aguas, gestión de residuos y economía circular, y normativa ambiental y conflictos socioambientales.

El perfil de los participantes incluye a funcionarios y funcionarias municipales de áreas de medioambiente, planificación territorial, gestión de residuos, emergencias y desarrollo comunitario; lideresas y líderes comunitarios pertenecientes a juntas de vecinos, comités ambientales, agrupaciones territoriales y  otras formas de organización social con incidencia en sus territorios; docentes, educadores y educadoras ambientales y miembros del sistema educativo que buscan incorporar contenidos de sostenibilidad en sus comunidades escolares y espacios formativos; e integrantes de organizaciones de la sociedad civil, tales como fundaciones, ONG, colectivos ambientales y agrupaciones temáticas que trabajen en biodiversidad, gestión hídrica, agroecología y economía circular.

Se recibieron más de doscientas postulaciones para los ciento diez cupos disponibles y finalmente se seleccionó a ciento catorce, de los cuales un 27 por ciento son funcionarios y funcionarias municipales y un 26 por ciento son docentes o educadores y educadoras ambientales, como grupos mayoritarios.

El lanzamiento de la Escuela Técnica Ambiental Regional, cuyas clases comenzaron el martes de 7 octubre, se realizó en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UV, con la presencia del gobernador regional, Rodrigo Mundaca; el seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, Rodrigo González; el rector de la Universidad de Valparaíso, Osvaldo Corrales; la vicerrectora de Vinculación con el Medio UV, Paulina Gundelach; la vicerrectora de Investigación e Innovación UV, Marcela Alviña, y la coordinadora de UMAS UV, Yenny Olivares.

Una iniciativa que debe tener continuidad en el tiempo

Tras la ceremonia, el gobernador regional manifestó su intención de que esta iniciativa perdure en el tiempo, más allá de los fondos concursables. “Para nosotros es muy importante una escuela de formación técnico ambiental de esta naturaleza, liderada por la Universidad Valparaíso, a propósito de que somos una de las regiones que tiene la mayor cantidad de conflictos socioambientales del país, que en materia ambiental está al debe; a propósito de la forma en la cual se ha homogenizado el medio natural; a propósito de los problemas que tenemos con bienes naturales comunes, el suelo y el agua; a propósito de los problemas que tenemos con la sobrequimización de los medios de cultivo, y debido a la necesidad de construir conocimiento complejo asociado al ajedrez agroecológico que debería prevalecer en nuestras superficies de cultivo”, dijo.

Mundaca añadió que “esta escuela de formación técnico ambiental debería entregar las herramientas teóricas y las herramientas prácticas para dar cumplimiento a los objetivos que están trazados y tengo confianza de que efectivamente eso va a ocurrir. Esta universidad tiene Ingeniería Ambiental; es una universidad que trabaja en esa línea, trabaja en la perspectiva de poder armonizar el desarrollo con la preservación ecológica. Por tanto, iniciativas de esta naturaleza requieren de continuidad y vamos a ir evaluando de qué manera se va desarrollando este programa y de qué manera podemos darle un segundo piso, una continuidad en el tiempo”.

Para Paulina Gundelach, “esta iniciativa es un hito para nosotros como vicerrectoría, como universidad y también como UMAS, porque es la primera vez que se postulan estos fondos y fueron inmediatamente adjudicados. Y eso es una muestra de la consolidación que tiene UMAS y el trabajo profundo que ha ido realizando, tanto en nuestra universidad, por supuesto, pero también a nivel comunal y de la región. Es una unidad que se ha ido instalando a través del Consejo Integrado del Medio Ambiente en el que participa, que lidera en la región, en los distintos espacios, con socios estratégicos de las distintas municipalidades, como también las distintas seremis, que van convocando y van consolidando este ecosistema de trabajo que ha permitido, por ejemplo, la adjudicación de este fondo. Y también desde la óptica de nuestra vicerrectoría, está muy en línea con la respuesta a las necesidades que hay que atender”.

Sobre cómo se hizo realidad el proyecto, Yenny Olivares comentó que “nos planteamos el desafío y con mucho optimismo pensamos en que podríamos adjudicarlo, pero es distinto cuando recibimos la noticia y se hace concreta y se materializa la idea que habíamos estado planificando, en el marco de las acciones que ya llevamos a cabo con la unidad, sobre todo con el enfoque de trabajo que le dimos esta vez al momento de trabajarlo con el Consejo Integrado de Medio Ambiente, con la necesidad de funcionarios municipales que están insertos en la temática medioambiental de manera diaria, cotidiana y que requieren esta formación”.

Destacó que “cada uno de los programas o planes que hemos venido desarrollando se ha ido perpetuando en el tiempo y hoy en día son anuales: la Escuela de Gestión Ambiental, la Escuela de Monitores Ambientales, los planes de educación ambiental con el territorio. Y creemos que el éxito que tengamos ahora —y ahí toma importancia el interés que tuvimos con esas más de doscientas postulaciones— nos refuerza como para plantearlo como una iniciativa anual que podamos liderar, así que esperamos concretar con éxito la primera versión de esta escuela técnica y que ojalá siga materializándose año a año”.

Juan Cisterna, encargado de Educación Ambiental de UMAS, es el responsable final del proyecto. Sobre las expectativas frente al curso, comentó que “son bien altas, en el sentido de que ya partimos recientemente con la escuela y lo que queremos es participación, y es lo que hemos obtenido en las clases que llevamos. Hay muchas ganas de la comunidad de participar, de compartir conocimientos, saberes, y siento que ese es el espíritu que nosotros buscamos; no queremos que sean clases verticales, sino que sean más horizontales, y que eso en el corto plazo ojalá se pueda materializar y que la gente se pueda conocer, se pueda organizar, por qué no en un futuro juntarse y formar proyectos”.

Sigue leyendo