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Foto Usach

Primera defensa en lengua de señas: Usach avanza en inclusión con presentación de tesis de estudiante sordo

El proyecto expuesto abordó soluciones domóticas para personas con discapacidad auditiva, acompañado por el apoyo técnico y pedagógico del Departamento de Inclusión y Derecho a la Diferencia.

Es viernes 14 de noviembre en la Facultad de Tecnología de la Universidad de Santiago de Chile y Diego Otiniano comienza su defensa de tesis comunicándose a través de lengua de señas chilena (LSCH). Es un hito en la historia de la institución, ya que se trata del primer estudiante que entrega su tesis mediante LSCH en la Usach y el primer estudiante sordo que completa toda la trayectoria académica luego de haber ingresado desde pregrado. 

Es un momento que todos los presentes saben que se debe atesorar. A un costado de Diego, en el computador, se encuentra una de sus intérpretes, Carla Vilches, profesional de Trayectorias Educativas del Departamento de Inclusión y Derecho a la Diferencia (DIDD), quien lo acompañó durante todo su último año académico. Frente a él, sentada junto al público, está Dominique Santa María Yáñez, también profesional de Trayectorias Educativas del DIDD, quien realizó acompañamiento académico a Diego durante toda la carrera universitaria. 

El evento comienza con Diego presentando su proyecto de título, aclarando que habrá un video que narra la defensa. En él, lo podemos visualizar explicando la presentación mediante LSCH mientras se escucha la voz de Carla interpretando lo que él quiere comunicar. Es un suceso importante y se ve reflejado en sus asistentes, entre los que se encuentran la Vicerrectora Académica, la jefa del Departamento de Inclusión y Derecho a la Diferencia, un representante de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y una representante de la Seremi de Vivienda.

La defensa de tesis de Diego marca un precedente dentro de la Universidad de Santiago de Chile, lo que reafirma el compromiso institucional con la inclusión y accesibilidad universal.

La jefa del Departamento de Inclusión y Derecho a la Diferencia (DIDD), Gaby Castro Guerrero, asegura que “el rol del Departamento fue fundamental para Diego, tanto por el apoyo del equipo de Trayectorias Educativas como para la comprensión e interpretación de la terminología específica correspondiente a la carrera de Tecnología en Construcciones. La lengua de señas es general, pero acá tuvimos que aprender terminología disciplinar”, explica. 

Hay emoción y nervios en el ambiente al término de la presentación de Diego, que cesan solo cuando la comisión de profesores anuncia la nota final: “… Y en la exposición de defensa del tema en el día de hoy, un 7.0. Muchas felicitaciones para ti, has aprobado realmente con éxito”, menciona una de las profesoras que integra la comisión.

Orgullo y esfuerzo

Diego ingresó a la Universidad de Santiago de Chile en el 2021 mediante el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE), el cual se encarga de preparar a las y los estudiantes durante su enseñanza media, tanto en sus colegios, como en la Universidad. El programa otorga acompañamiento académico durante los primeros años en la institución para poder desarrollarse dentro del ambiente universitario y lograr la permanencia. 

En este sentido, relata que siempre contó con acompañamiento y un buen trato, tanto por parte de académicos como de sus acompañantes académicas, Carla y Dominique, quienes contribuyeron en su desarrollo profesional durante la carrera. Explica que le ofrecieron adaptaciones para sus exámenes y presentaciones, asegurando haber tenido suerte por el apoyo que le entregó el DIDD: “El primer año tuve muchos desafíos, fue compleja la trayectoria, tuve que esforzarme bastante para seguir avanzando en este proceso y poder acceder a la información. Fue una lucha, estuve solo acá y el Departamento de Inclusión, por suerte, me pudo apoyar”, comenta. 

Asegura, además, que el proceso de tesis tuvo su complejidad, ya que, si bien hubo cosas positivas, se le dificultó llegar a este momento. “Fue un año bastante complejo, no fue nada fácil para mí como persona sorda. Tenía que estudiar y esforzarme un montón. Me interesaba este tema de la domótica, entonces tuve que investigar bien para poder hacer mi defensa y llegar hasta acá”.

El orgullo llena la habitación, no solo por parte de los familiares de Diego, quienes expresan su agradecimiento a todos, sino también por su profesor guía, Orlando Cavieres, ingeniero civil industrial, quien acompañó al joven durante toda la carrera y que culminó con la entrega y defensa de su tesis: “Le hice tres asignaturas a Diego durante la carrera. Era un alumno que asistía al 99% de las clases, muy responsable y siempre tenía a su intérprete. Me siento muy orgulloso. Primero, por haberle hecho clases y, segundo, porque a mí me llegó de sorpresa que él exigió que yo fuera su profesor guía y yo le decía: ‘yo no soy constructor, soy ingeniero’. Entonces el tener este reconocimiento es maravilloso. Fue un desafío que acepté con mucho agrado y que hoy he concluido”. 

Durante este proceso, el apoyo de sus acompañantes fue fundamental. Existe una relación cercana entre Diego, Dominique y Carla que es evidente, con bromas, muestras de cariño y lágrimas que evidencian el vínculo que formaron y el orgullo de estar allí. 

“Fue una experiencia super enriquecedora, desafiante (…) En la universidad estaba todo en lengua escrita, en español. Cursar una carrera con barreras de acceso a la formación comunicativa, lingüística, cultural, socioeducativa y de todo tipo, sumado a estar estudiando una segunda lengua, es desafiante. Eso habla un montón no solo de su esfuerzo, también de su capacidad de desarrollar habilidades”, asegura Dominique. 

Por otro lado, Carla explica que fue fundamental el apoyo de la carrera durante el proceso. “Destaco al máximo el vínculo que creamos y todas las adecuaciones que hicimos, nunca dejando de lado el perfil de egreso de Diego. Creo que hicimos un muy buen trabajo con ellos desde el departamento”, dijo.

Proyecto de viviendas adaptadas

Su tesis, titulada “Diseño de una casa adecuada para personas con discapacidad auditiva utilizando herramientas de domótica”, busca generar una propuesta de soluciones tecnológicas para adaptar una vivienda ya construida a las necesidades de personas sordas. Durante la presentación explica que la domótica trata de “sistemas que ayudan a automatizar las funciones domésticas, como por ejemplo prender luces, controlar la temperatura o abrir y cerrar puertas. Todo esto se programa desde una central que está dentro de la vivienda. Además, se puede controlar desde el celular o desde una aplicación”, traduce Carla durante la defensa de tesis de Diego. 

Dentro de los principales beneficios de la domótica relatados durante la defensa, se destaca el ahorro, la seguridad y facilidad de comunicación, los que se interrelacionan para optimizar el uso de energía, mejorar la protección de personas y bienes, aumentar la comodidad del usuario y permitir la interconexión de dispositivos, conformando un sistema inteligente que favorece la eficiencia, la accesibilidad y la calidad de vida en el hogar. Esto facilita y optimiza el espacio y el manejo por parte del usuario, quien puede controlar distintos aspectos del hogar desde un espacio seguro recibiendo información mediante sensores. De esta forma, la persona con discapacidad auditiva sabrá qué movimientos se están ejecutando dentro del hogar si es que, por ejemplo, alguien toca el timbre o abre una puerta.

Esto simplifica considerablemente la calidad de vida de la persona con discapacidad auditiva y abre las puertas para que empresas puedan desarrollar viviendas adaptadas, volviéndose más accesibles e inclusivas. En relación con esto, la jefa de carrera de Tecnología en Construcciones, Verónica Aravena, reflexiona que: “Lo importante de esta tesis es que, si bien implica un costo, al hacer una adecuación nos demuestra que basta con pequeños cambios o ajustes para hacer un aporte enorme en la vida de otras personas”. 

Asimismo, la jefa del Departamento de Inclusión y Derecho a la Diferencia indica que esto es un gran aprendizaje en términos institucionales: “El primer aprendizaje es que se puede. Cuando hay una persona sorda que se titula, el mensaje es que se puede. Con las ayudas y apoyos necesarios, con un compromiso y con una planificación. Cuando la inclusión se diseña, se puede implementar de la mejor manera y estar constantemente haciendo evaluación de los procesos”, asegura. 

Dentro de los invitados se encontraba María José Olave, arquitecta de la Seremi de Vivienda y encargada de la Unidad de Gestión de Política Habitacional en la secretaría ministerial, quien ahonda en la propuesta de Diego y lo que esto significa a nivel gubernamental: “Para nosotros como Minvu es importante tener este tipo de ejemplos. Estamos trabajando hace mucho tiempo en inclusión a través de la ley 20.422, que se promulgó hace 15 años (…), por lo que es súper práctico lo que él mostró, es muy fácil de entender, simple de implementar a bajo costo. Es una súper tesis y súper proyecto y un aporte a lo que estamos haciendo nosotros hoy en día”, concluye. 

Proyectos como los de Diego abren puertas para que las personas con discapacidad puedan vivir con menos barreras, con un entorno adaptado a ellos y de esta forma su cotidianidad se vea simplificada. En este sentido, Diego entrega un mensaje a quienes deseen estudiar una carrera universitaria y que posean una discapacidad auditiva: “A una persona sorda que quiera estudiar le diría que venga, que lo haga. Ya sea Ingeniería o Cocina, lo que sea que quieran estudiar, pueden hacerlo. Yo era el único sordo acá y lo logré”.

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