Foto: UTEM

Rectora Durán encabeza inicio del diagnóstico de Gobernanza de Datos en la UTEM

La autoridad universitaria destacó la importancia de establecer procesos claros y una cultura de decisiones basadas en evidencia, consolidando una visión compartida sobre el uso ético y estratégico de la información.

Considerada como una capacidad transversal que requiere del compromiso de cada instancia universitaria, más allá de una práctica informática, la Gobernanza de Datos ocupa un lugar central hoy en nuestra casa de estudios.

La rectora Marisol Durán Santis encabezó recientemente el hito con que se da inicio a la implementación de esta política, que busca un lenguaje común y una visión compartida sobre cómo se gestionan los datos: desde su generación y calidad de origen, hasta su seguridad, interoperabilidad, ética de uso y valor para la toma de decisiones.

«Queremos identificar roles, flujos, herramientas y métricas que aseguren consistencia y trazabilidad en toda la UTEM», planteó la rectora. Y precisó: «No buscamos más ´reportes´, buscamos mejores decisiones. Eso implica procesos claros, responsabilidades definidas y una arquitectura de datos que permita que cada unidad confíe en la misma versión de la verdad».

Se trata de un enfoque que ya permea el sistema institucional y debe consolidarse como práctica cotidiana en toda la organización. «Es un trabajo colaborativo que reconoce la experiencia de quienes gestionan procesos, reportan indicadores, resguardan información sensible y transforman datos en decisiones», planteó la rectora.

Arquitectura robusta

Por su parte, Cristian Olate —encargado de Gestión de Datos del Departamento de Autoevaluación y Análisis de la UTEM— detalló que la gobernanza “consiste en establecer un marco de control para todos los procesos relacionados con el manejo de información institucional, desde su recolección hasta la etapa que sustenta la toma de decisiones”.

“Existen muchos aspectos asociados a la gestión de datos vinculados con la privacidad, la seguridad, el uso ético y el tratamiento adecuado de la información”, indicó el ingeniero civil informático.

Durante la presentación del proyecto, explicó que el diagnóstico busca que la universidad logre construir una visión compartida sobre la gestión de datos, un lenguaje técnico común y principios unificados, elementos que servirán como base para sustentar el futuro Plan de Desarrollo Institucional 2026-2031 y crear una arquitectura robusta, lo que permitirá tomar decisiones de manera más efectiva.

El encargado de Gestión de Datos subrayó que una buena gobernanza permite, además, responder a varios desafíos universitarios, como gestionar la complejidad institucional —para evitar duplicar esfuerzos— y generar evidencia e indicadores confiables para la acreditación institucional y la certificación de carreras.

Ana Moya Beltrán, docente de la Facultad de Ingeniería y miembro del Comité Institucional de Gobernanza de Datos, valoró —en tanto— el trabajo de evaluación que se desarrollará hasta diciembre, que continuará con la elaboración de una hoja de ruta de mediano y largo plazo.

“Esto nos permitirá obtener indicadores de forma más ágil. El proceso de comprender y sistematizar los datos facilitará enfocar el quehacer institucional en aspectos específicos que queramos potenciar o relevar”, afirma.

De allí que la política reconoce el valor de los datos como activos clave para la toma de decisiones informadas, estableciendo los principios para su tratamiento conforme a las normativas y estándares vigentes, tanto a nivel nacional como internacional. El aseguramiento interno de la calidad exige producir información confiable para decidir mejor y esa data debe resguardarse y gestionarse con excelencia.

¿Qué significa gobernar los datos?

Cristian Olate comentó que una gestión adecuada de la información institucional genera un retorno tangible. Para ejemplificarlo, se refirió a los datos de direcciones postales del estudiantado, los cuales pueden sustentar la toma de decisiones en diversos ámbitos, como la optimización de horarios según los tiempos de desplazamiento, el cálculo de la huella de carbono y la planificación inteligente de la ubicación y creación de servicios.

¿Cuáles son los plazos?

El cronograma del diagnóstico considera una etapa de planificación en octubre, en la cual se adaptará metodológicamente el Marco de Referencia de Gestión de Datos del Estado (que servirá como referencia) al contexto de la UTEM. Le seguirá una fase de levantamiento de información —en noviembre— y finalmente el análisis —en diciembre—, mes en el que se elaborará el plan de trabajo para el cierre de brechas y se entregará el informe final. “Una UTEM que gestiona su información con rigor y sentido ético es una UTEM que aprende, mejora y proyecta su aporte al país con mucha más fuerza”, destacó la rectora Durán Santis.

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