En el marco del proyecto “Entrelazando saberes para el bienestar integral de las comunidades del Cerro Playa Ancha” (UPA 2495), la Universidad de Playa Ancha (UPLA) realizó un diagnóstico participativo con apoderados del Centro Integral de Educación Nueva Siembra, centrado en identificar y conocer el impacto y el desgaste emocional, psicológico y social que experimentan quienes cuidan de niños, niñas, adolescentes y adultos con discapacidad cognitiva, intelectual y otras.
El coordinador académico de la iniciativa, Dr. Álvaro Ayala del Castillo, profesional de la carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales, explicó que el tema del diagnóstico se enfoca en la situación de las cuidadoras, destacando que la preocupación sobre «quién cuida» y el tipo de desgaste que sufre esta población es relevante no solo a nivel escolar, sino también a nivel nacional. «La meta es utilizar los hallazgos de este diagnóstico para establecer una estrategia de trabajo que se desarrolle durante el resto del año en curso y el próximo.
Ayala, hizo hincapié en la composición del grupo de apoderadas, predominantemente mujeres. «Esto responde a un aspecto cultural en Chile, donde los cuidados están muy feminizados, debido a mandatos de género que responsabilizan a las mujeres de estas tareas y se trata de labores que no son reconocidas como un trabajo, ni son remuneradas».
Agregó que esto es algo cultural, «es muy desgastante también para estas mujeres tener que sobrellevar no solamente el cuidado de sus hijos o hijas, sino que también hay otras labores como las domésticas u otras responsabilidades que se suman a las tareas de cuidado», afirmó.
Por ello, el proyecto busca mirar esta realidad desde una perspectiva crítica y evitar naturalizar que sean siempre las madres quienes asuman la responsabilidad del cuidado.
Realidades puestas en común
La apoderada del Centro Nueva Siembra, Fabiola Tapia, y madre de una hija de 9 años con discapacidad múltiple, celebró la iniciativa de la UPLA y considera que formar parte de este grupo para poner en común sus realidades es muy importante.
La apoderada destacó que, si bien el tema de los cuidados está en desarrollo, «Valparaíso aún no cuenta con un centro de cuidados como tal, donde se presten estos espacios. Por lo tanto, es genial tener este apoyo a través de la Escuela y la Universidad».
Desde la perspectiva del establecimiento educacional, la jefa técnica (UTP) María Gabriela Toro relevó la vinculación con la UPLA y observó que, si bien la relación con la casa de estudios se ha consolidado a través de los años, «este proyecto involucra por primera vez a los apoderados de manera más directa, brindándoles la atención y contención socioemocional que muchas veces no es posible ofrecer desde la escuela. Por lo cual es tremendamente potente e importante».
El trabajo realizado en la jornada de diagnóstico contó con la colaboración de la Dirección de Deportes y Recreación, mediante dinámicas lúdicas recreativas, en las que activamente participaron los participantes. Igualmente, apoyaron en la planificación de la actividad el Centro Universitario para la Salud y el Bienestar (CUSABI), Centro para el Desarrollo Psicosocial (CDP) de la Universidad.




