El proyecto de ley de Superintendencia de Educación Superior enviado al Congreso con caracter de suma urgencia ha sido ampliamente criticado por rectores, dirigentes del mundo estudiantil y parlamentario, principalmente porque surgen interrogantes sobre cuál será su función real en la fiscalización y sanción del lucro, con qué potestades contará, y cuáles serán las obligaciones de este organismo.
Es por esto, que el rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza expresó su preocupación sobre el proyecto de ley de superintendencia, ya que hasta el momento esta iniciativa legal no estaría satisfaciendo las necesidades de la problemática actual, en cuanto a la fiscalización y sanción a las entidades que ejerzan lucro. “El proyecto de Superintendencia de Educación Superior, así como está en el Congreso, no estaría dando competencias importantes para castigar el lucro. Además, el sistema sancionatorio que tiene el Ministerio por el incumplimiento de obligaciones de entregar los estados financieros auditados son bajísimas: sancionar con 4 millones de pesos es casi un chiste, es muy poca plata. En conclusión, las facultades que tiene el Mineduc son mínimas para castigar estas prácticas”.
Estos dichos, se desprenden de la exigencia de los rectores de establecer un marco normativo, previa instalación de una Superintendencia, que permita ejercer un real control y pena a las sociedades espejo y fundaciones que lucran a través de las universidades.
“Hay que configurar un marco normativo que regule el sistema universitario en general, donde uno de los temas sea cumplir con la ley orgánica que señala que las universidades no pueden lucrar. Para posteriormente, desarrollar esto en una Superintendencia que permita cumplir la ley, pero no puede haber una Superintendencia que funcione sin marco regulatorio, con un sistema desregulado como el que existe actualmente.”
Por su parte, el presidente del Consorcio de Universidades del Estado de Chile, rector U. de Valparaíso, Aldo Valle, señaló que el actual proyecto de Superintendencia no sería más que una estrategia política y comunicacional del gobierno, ya que no tiene absolutamente ninguna facultad para controlar y sancionar. “La Superintendencia no puede actuar de la misma forma que una empresa privada, en la que se compra un bien. No es como comprar en la panadería y si no le gustó el producto cambiarse. Un mal profesional se ve afectado toda la vida al recibir una formación de baja calidad. Es por esto que la Superintendencia debe tener facultades más eficaces para sancionar y castigar a quienes realicen estas prácticas inescrupulosas”.
Fuente: Consorcio de Universidades del Estado de Chile. 06 de julio de 2012.